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¿Te apetece un buen entrecot?
22 de Noviembre de 2016

Es el gran dilema cuando te sientas en la sala de nuestro restaurante asador en La Coruña. Te llega el olorcillo de la carne a la brasa y sabes que vas a disfrutar. Pero llega el momento de decidir y te asaltan las dudas. ¿Solomillo, chuletón o entrecot? ¿Cuál de las grandes piezas de carne vas a pedir?

Las tres opciones son deliciosas pero no siempre los comensales saben por cuál decidirse. Es algo que vemos continuamente en nuestro restaurante asador en La Coruña. Muchas personas no conocen exactamente la diferencia. Hoy te vamos a hablar de una de las piezas más nobles: el entrecot.

El lomo del animal, es decir, la parte superior, la espalda, es seguramente el corte más noble después del solomillo. Se diferencian dos partes: el lomo alto, más cercano a la cabeza, y el lomo bajo, más cercano a las patas traseras. El costillar que se encuentra en el lomo es extraordinario, y de él sacamos los mejores chuletones, raciones de gran tamaño con hueso. Una delicia.

El entrecot también sale de esta zona de la ternera, vaca o buey, principalmente del lomo bajo. Es la carne sin hueso que se encuentra entre costilla y costilla (es decir, entre dos chuletones). Tanto el chuletón como el entrecot tienen más grasa que el solomillo, que se infiltra entre las fibras de la carne y le proporciona ese sabor tan exquisito que nos hace la boca agua. Esa composición funciona perfectamente con las brasas, que forman una costra en la superficie del entrecot, dorándolo y sellándolo, de manera que sus deliciosos jugos se mantienen en el interior. Con una pizca de sal es un plato de reyes.

El buen entrecot es una pieza tiernísima, jugosa… se deshace en la boca. Te contamos un secreto: en Parrillada Buenos Aires, aun sabiendo las diferencias entre entrecot, chuletón y solomillo, ¡también nos cuesta elegir!

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